La Red de Fundaciones de Puerto Rico y sus miembros nos sentimos frustrados e indignados ante la consistente incapacidad del gobierno, de representar dignamente lo mejor de nuestro pueblo.

Enfrentamos una recesión económica y dos huracanes devastadores, pero aun así hemos luchado por tener un Puerto Rico equitativo, con igualdad de oportunidades para todos. Las inversiones filantrópicas administradas por organizaciones bonafide y con historial probado, procuran la recuperación del país y han sido ejemplo de transparencia. El sector sin fines de lucro atendió, y continúa atendiendo, de manera creativa, y con el debido sentido de urgencia, las diversas situaciones que encara el País.

La corrupción pública es inaceptable y no refleja el espíritu de los puertorriqueños. La administración gubernamental ha dejado al pueblo más vulnerable y sus acciones atentan y obstaculizan una recuperación justa y permanente para Puerto Rico.

Vivir en una democracia requiere participación. Nos sentimos orgullosos de que los puertorriqueños ejerzan el derecho de pronunciarnos y denunciar la falta de integridad de nuestros gobernantes. La administración debe escuchar la voz y la voluntad del pueblo. La Red de Fundaciones de Puerto Rico se une al reclamo de que se tome acción decisiva para devolver a nuestra isla la estabilidad que merece.